martes, 8 de enero de 2013

Aneto por el corredor Estasen... por Carlos

Esta vez no soy yo el que escribe en este blog, es mi compañero al otro extremo de la cuerda el que me deja la crónica de la última escapada a Pirineos:

Desde hace tiempo Dani y yo ya teníamos ganas de hacer una de esas de las nuestras... de las de sufrir para tener historietas que contar como dos buenos abuelitos... Decidimos marchar al Pirineo para hacernos el Aneto por la vertiente sur y coger el corredor Estasen (corredor puto donde los haya).

Salimos el 25 por la tarde camino a mi casa de Huesca para pasar allí la noche y al día siguiente empezar a subir.... pero empezaron a suceder cosas que parecían impedirnos que nuestro viaje saliera... o que yo tenia la cabeza en otro sitio. A 100 y pico kilómetros de Madrid me acorde que parte nuestra comida para la montaña descansaba plácidamente en la nevera de mi casa...
-jajaja no te preocupes, no es para tanto Carlos....
pero mejor aun fue la cara de Dani cuando a la altura de Zaragoza le explico que no he cogido las llaves de la casa de Huesca y la copia de esas llaves están en Mexico (literalmente)... evitando meternos en detalles solo explicare que pasamos una noche muy romántica en el coche de Dani y enfrente de la casa...

A la mañana siguiente cogemos coche y penemos rumbo al parking de Senarta. La previsión del tiempo era nublado con probabilidades de nieve... pero en vez de eso nos encontramos un día soleado de cojones y con viento en la parte altas de las cumbres que se exhibían altas y cargadas de nieves. Empezamos a subir con un muerto a la espalda y por un pista de 9km que no acaba nunca (muchos recordareis esta sensación del verano jeje). Después de esa pequeña tortura picamos algo y empezamos la verdadera subida para plantar la tienda en el ibon de Coronas. La nieve estaba super blanda y subíamos muy lentos por una penosa cuesta pero nos alentaba ver la huella que había. Después de una hora para llegar al primer ibon para desgracia nuestra la huella desaparece y nos quedamos solos... Hubo tramos que para conseguir avanzar 100m perdíamos media hora hundiéndonos hasta la cintura con una nieve que era como harina...

A las 5 conseguimos llegar al ibon después de una durisima jornada abriendo huella como mamones y sufriendo. Buscamos un lugar bonito para plantar la tienda y empezamos derretir nieve. Toda la tarde consistió en conseguir hacer un litro de agua para el día siguiente tener agua.

Después de una noche gélida nos levantamos a las 5 para ponernos a andar a las 5.30. La tienda por dentro estaba brillando de toda la escarcha helada las botellas que habíamos derretido, se nos habían quedado como granizado y todo el material congelado... lo peor, ponerse las botas heladas y los cordones como hielos imposible de atarse... pero nada de esto puede con nuestra voluntad de hierro y salimos de la tienda para afrontar la dura jornada que tenemos por delante... ilusos de nosotros salimos y damos dos pasos sobre la nieva con la idea de que toda esa nieve polvo se haya convertido en un duro bloque... pero no, sigue siendo el mismo polvo de ayer...

Felices y contentos nos ponemos a caminar en miedo de la noche con nuestros frontales y con la impresionante luz que refleja la luna sobre las montañas nevadas del Pirineo. Poco a poco se suceden las tonalidades de naranjas que hacen del amanecer un espectáculo, esto nos da fuerzas por que vamos la limite, hay momentos que dan ganas de llorar. Nos hundimos, nos hundimos mucho, nuestras piernas no pueden mas, el corazón parece que esta haciendo series por el parque sprintando la cabeza de vez en cuando se nos va y la respiración parece la de cualquier Himalayista haciéndose un ocho mil. La huella que dejamos en medio de las palas de nieve es preciosa, para no perder ritmo hasta vamos contando y nos vamos relevando pero la cosa se va complicando. Pasamos por zonas donde se ve claramente la trayectoria de aludes y estamos encima de unas lenguas de nieve muy propensas a ellas. Observamos de lejos el corredor Estasen y tardamos medio segundo en ver que esa no sera nuestra ruta de subida la vemos peligrosa y con un inicio en mixto muy peligroso ademas se suceden los desprendimientos de nieve por la parte de arriba por culpa del viento...

Decidimos tirar por coronas y a escasos metros de coronar se convierte en un mixto donde Dani que va delante ve la peligrosidad del collado puesto que la nieve no era dura y lo que había debajo eran rocas donde ni crampones ni piolet se enganchaban, un mal paso y te pueden ir a buscar al ibon que esta unos 600m por debajo. Me costo como medio segundo también en responder a la pregunta de Dani:

-¿que hacemos? yo no lo veo....
- si tu no lo ves yo tampoco, vamonos.

Reventados de cansancio empezamos a bajar por nuestras huellas y observamos que van otros de subida por nuestras huellas, los cuales nos agradecen infinitamente el trabajo que les hemos hecho y nos despedimos. Bajamos a recoger la tienda y hasta el coche del tirón haciendo una parada técnica para una duchita caliente y bajar hasta Madrid del tirón.

Una vez mas volvemos pero que muy contentos por conocer otra vertiente de la montaña mucho mas dura, contentos por el trabajo hecho y felices por saborear una vez mas el sabor de la vida que solo encontramos allí arriba. La montaña es como un pastel y la cumbre es la guinda. Dani y yo esta vez nos hemos comido uno de los mejores pasteles.

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